Facultad de Artes Integradas
Universidad del Valle
Las cantoras de mi pueblo: cantos, fugas, adoraciones y resistencias en el territorio
Karla Mancilla, Maria Eugenia Muñoz, Viviana León
NEXUS/ PLATAFORMA / ENTRAMADODIC 1 |
Tengo recuerdos, memorias que me transportan al momento en que mi madre, con su voz gruesa y melódica, se sentaba a mi lado para improvisar cantos mientras yo le daba el ritmo con mis manos tratando de imitar una tambora; recuerdos que me ubican en un espacio abierto, allá donde retumba el sonido de la percusión y los vientos acompañados de voces armónicas femeninas, entre ellas, la de mi madre. Ese sonido que incita al pueblo a conectarse a través de lazos ancestrales y al ritmo de la fuga para adorar al Niño Dios nacido.
Karla Mancilla
Guachené es un municipio del norte del departamento del Cauca, en el sur andino de Colombia. Allí vive en su gran mayoría un pueblo afro que resiste a través de la cultura y de las transformaciones sensibles en sus símbolos y sus deseos. Es un territorio rodeado de extensos cañaduzales propiedad de los ingenios azucareros y sus grandes industrias que se sirven de las aguas del Río Palo, testigo esencial de la historia de la población.
Verso:
Ábranme campo pastoras que quiero entrar a ver
este niño que ha nacido en el portal de Belén
¡Que sea para bien!
El documental sonoro Las cantoras de mi pueblo: adoraciones al Niño Dios, se planteó a partir de la necesidad de pensar en procesos y acciones de preservación de las tradiciones del pueblo negro de Guachené, y en la importancia de reconocer que las mujeres del municipio han sido las principales responsables de proteger y darle continuidad a las prácticas culturales del territorio.
La Fiesta de Adoración al Niño Dios es una manifestación ancestral que celebra el pueblo guacheneseño cada mes de febrero; allí se despliega la gran riqueza sonora y poética de sus prácticas culturales. Es una tradición sacroprofana que mezcla lo religioso con lo popular, y tiene raíces tanto en la historia africana como en la colonización europea. Los hombres y mujeres esclavizados en un ejercicio de resistencia cultural y comunicativa, tomaron elementos de las celebraciones cristianas de los colonos e introdujeron el componente africano para sus prácticas. Las letras figuradas y los instrumentos africanos, construidos en torno a recuerdos, son el insumo de las fugas, que en compañía de los versos se convierten en adoraciones.
Verso:
En el portal de Belén ha nacido el Niño Dios (bis)
Vamos pastorcitos a adorar al Niño Dios (bis)
En el portal de Belén ha nacido el Niño Dios (bis)
Vamos pastorcitos a adorar al Niño Dios (bis)
Cuaderno con letras de fugas. Fotografía de Karla Mancilla.
En la práctica de estas festividades, es inevitable el uso de un dispositivo de comunicación y expresión que permita crear un vínculo: la memoria musical. Karla creció viviendo, sintiendo, escuchando las actividades culturales que realizaba su madre en compañía de vecinas y personas de la comunidad. Desde niña imitaba lo que veía y obedecía a lo que las mujeres que la rodeaban le decían. Bailaba, cantaba y seguía a las cantoras en los recorridos por las veredas cuando se realizaban las adoraciones al Niño.
“La participación de las cantoras es fundamental porque son sus voces las que transmiten ese mensaje de dolor, ese sentimiento de solidaridad, esa conexión del más allá con lo que se está viviendo en ese momento. Las voces, los versos, la letra y el mismo ritmo hacen que la gente se conecte. Si no hay cantoras la gente se dedica a bailar una fuga, pero no interioriza lo que está viviendo. Es una tradición que va de generación en generación. Si nosotros dejamos perder la tradición (y las adoraciones es lo que más nos representa a nosotros) empezaríamos a desaparecer como cultura y ya no tendríamos esa conexión con el África”.
Melba Banguero. Profesora jubilada de la escuela de Llano de Taula e integrante del grupo de Las cantoras de Guachené.
Verso:
Qué bonito baila la mula y el buey
Qué bonito baila la mula y el buey
Qué bonito baila, niñito, la mula y el buey
Escucha el documental sonoro pulsando sobre la imagen
Sobre las autoras
Karla Sofía Mancilla
Estudiante de últimos semestres de Comunicación Social en la Universidad del Valle. Es directora del documental sonoro Las cantoras de mi pueblo, y directora del documental audiovisual Un lunes en Guachené, proyecto en etapa de producción, apoyado y producido por la Escuela de Comunicación Social.
Maria Eugenia Muñoz
Estudiante de últimos semestres de Comunicación Social en la Universidad del Valle. Tiene amplia experiencia en coordinación logística de proyectos sociales y políticos e interés en trasladar esos conocimientos al campo periodístico de investigación y audiovisual.
Viviana León
Estudiante de últimos semestres de Comunicación Social en la Universidad del Valle. Es fotógrafa, tiene experiencia en dirección de fotografía y se ha interesado por la realización de proyectos audiovisuales ensayísticos, experimentales y de temática queer.